El magnesio no solo es el cuarto mineral más abundante del cuerpo humano: también interviene en gran variedad de reacciones metabólicas como la producción de energía, la regulación de la presión arterial, la transmisión de señales nerviosas, la contracción muscular y la fortificación de los huesos.
A pesar de que este nutriente se puede encontrar en diversos alimentos (vegetales de hoja verde, legumbres, nueces y semillas), son muchas las personas que no cumplen con la ingesta diaria recomendada solo con la dieta. Por esta razón, los suplementos de magnesio se han vuelto cada vez más populares. Sin embargo, antes de tomarlos, debes tener muy claras cuáles son tus necesidades.
Descubre 10 tipos diferentes de magnesio y para qué usarlos.
1. Citrato de magnesio
Este tipo de magnesio se encuentra en las frutas cítricas, por lo que tiene un característico sabor agrio y ácido. También se usa artificialmente, para conservar y potenciar el sabor de productos alimenticios.
Tiene la particularidad de ser absorbido más fácilmente por el tracto digestivo. Se recomienda tomar vía oral cuando la persona presenta bajos niveles de magnesio y es común aumentar su dosis en la dieta, para tratar el estreñimiento.
2.
Es una sal que proviene de la combinación del magnesio y el oxígeno. A diferencia del anterior, el tracto digestivo no absorbe bien este magnesio, por lo que no se usa para prevenir o tratar las deficiencias de este nutriente (Schuchardt y Hahn, 2017).
Su uso principal es aliviar síntomas digestivos a corto plazo como la acidez estomacal, la indigestión, el estreñimiento y, algunas veces, también es recomendado para tratar o prevenir la migraña.
3. Cloruro de magnesio
Este magnesio es una sal que contiene cloro. Es uno de los favoritos de los consumidores porque sus componentes se unen bien con otros elementos, para formar sales. Otro dato a su favor, es que el tracto digestivo lo absorbe bien, lo que lo convierte en un excelente suplemento multiuso.
Está recomendado para tratar niveles bajos de magnesio, acidez estomacal y estreñimiento. También es usado como loción y ungüento para calmar y relajar los músculos doloridos.
4. Lactato de magnesio
Es una sal que se forma cuando el magnesio y el ácido láctico se unen. Este ácido es producido por los músculos y las células sanguíneas; también es utilizado en fábricas como conservante y saborizante.
Este tipo de magnesio lo absorbe muy bien el sistema digestivo. Mayormente es usado como aditivo alimentario para regular la acidez o fortificar los alimentos y bebidas. Se receta a personas que necesitan tomar grandes dosis de magnesio o que no toleran fácilmente otras formas (Robinson y Karet Frankl, 2017).
5. Malato de magnesio
Este magnesio incluye ácido málico. Se obtiene de manera natural en alimentos como frutas y vinos y tiene un característico sabor agrio. Las fábricas lo utilizan con aditivo alimentario para mejorar el sabor o agregar acidez.
El tracto digestivo lo absorbe muy bien y es usado para tratar síntomas asociados con la fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica (Ferreira, Ortigoza y Moore, 2019).
En general, se considera más suave que otros tipos de magnesio, por lo que su efecto laxante es menor.
6. Taurato de magnesio
El taurato de magnesio contiene el aminoácido taurina, y su composición juega un papel importante en la regulación del azúcar en la sangre.
De acuerdo a un estudio reciente en ratas, se demostró que también ayuda a tener una presión arterial saludable. Sin embargo, se necesita una investigación más profunda para averiguar si tiene el mismo efecto en humanos (Shrivastava et al., 2018).
7. L-treonato de magnesio
Nace de la mezcla del magnesio con el ácido treónico, una sustancia soluble en agua que deriva de la descomposición metabólica de la vitamina C.
Esta forma de magnesio se usa para controlar algunos trastornos cerebrales, como la depresión o la pérdida de memoria relacionada con la edad; aunque se han hecho pocas investigaciones en este campo (Zarate, Duman, Liu, Sartori, Quiroz y Murck, 2013).
8. Sulfato de magnesio
El sulfato de magnesio tiene un color y una textura similar a la sal de mesa, está compuesto por magnesio, azufre y oxígeno. Se usa para el estreñimiento, pero por su sabor desagradable, muchos optan por utilizar otro tipo de forma.
Frecuentemente se utiliza en el agua del baño para calmar dolores musculares y aliviar el estrés. Aunque hay muy pocas evidencia, se cree que esta forma de magnesio se absorbe a través de la piel; por ello, muchos lo usan en lociones o aceites corporales (Gröber, Werner, Vormann y Kisters, 2017).
9. Glicinato de magnesio
Proviene de la composición del magnesio elemental y el aminoácido glicina. Se da de manera natural en alimentos ricos en proteínas como el pescado, la carne, los lácteos y las legumbres.
Es utilizado para mejorar el sueño y tratar una variedad de afecciones inflamatorias, incluidas las enfermedades cardíacas y la diabetes (Razak, Begum, Viswanath, Rajagopal, 2017). Además, reduce la ansiedad, la depresión, el estrés y el insomnio.
10. Orotato de magnesio
Está compuesto por ácido orótico, que se encarga de la construcción del material genético del cuerpo, incluido el ADN.
El cuerpo lo absorbe con facilidad y es ideal para personas con enfermedades cardíacas o atletas profesionales, porque promueve la salud del corazón así como del tejido de los vasos sanguíneos